viernes, 7 de mayo de 2010

Besos de cumpleaños

Después de los breves, pero intensos e inolvidables días en Oaxaca, regresamos a Puebla con la familia paterna de Augusto. La mañana del miércoles fue medio improvisada y rara, como estar de manga corta en diciembre y ver un belén sin frío.
Este par de árboles me llamaron mucho la atención: el de bolas plateadas estaba junto a la catedral, y de noche se veía chulísimo; el otro en la zona ajardinada del Zócalo, con esos enormes y sugerentes ojos.
No los pude besar porque estaban más inaccesibles, y digo esto después de besar al gran ahuehuete del Tule, qué cosas.
Íbamos con mi cuñado Dany, muy buen guía y anfitrión, que hoy ya cumple 11 años. Me impactó ver este árbol amputado, tremendo tronco mutilado, pero donde inesperadamente estaba creciendo un pequeño arbolillo. Como esas cosas tristemente crueles de la vida, pero que por más dura que sea, siempre acaba brotando un capítulo de esperanza: en este caso unas hermosas hojas verdes, como la energía y sensibilidad de Daniel. Por eso le dedico este nuestro besodeárbol juntos en su ciudad. Un beso a un tronco-truncado por la vida y los años, con brotes que pintan de verde algo más que los jardines o mi melena. Dejamos nuestro cariño sellado en ese árbol con raíces tan poblanas como tú, como la abuela Meche, y el abuelo Mundo.


Daniel Martínez y yo besamos este gran tronco en el jardín del Zócalo al lado de la Catedral de Puebla de los Ángeles (Puebla-México) el miércoles 16 de diciembre de 2009.

Una vez más, la distancia es para quien la pone. Es tan cierta como imaginaria. Como extrañarnos y estar tristes, y como ilusionarnos por poder comunicarnos. Feliz 11 cumpleaños a miles de km!! y también para nuestro buen amigo y compadre Indi.

Foto: Augusto Martínez


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